Molino Rio Alajar

El alojamiento rural con encanto Molino Río Alájar es la prueba real de que existe el paraíso en la tierra y aún quedan algunos por descubrir. En medio de una floresta de zigzagueantes robles y castaños, en un lugar de una gran belleza natural: el Parque Natural de la Sierra de Aracena, encontramos las 7 casitas de piedra que componen El Molino, y que hacen que éste sea un emplazamiento idóneo como base para descubrir los alrededores. Una vez allí, el único sonido que el visitante alcanzará a escuchar será el canto de los pájaros, o quizás uno de los tres burros que Pieter ha mantenido para que los niños puedan montar sobre ellos. Sin lugar a dudas, un lugar totalmente rural. Este ambiente rústico (puede incluso recoger verduras y cocinarlas para la cena), no se produce a expensas del confort moderno: como ejemplo, el verdadero toque encantador de poseer calefacción en el suelo, que le permitirá mantener los pies calientes en los meses invernales. Otras de las curiosidades incluyen una vieja silla y un espejo procedentes de una barbería local del bonito vecindario del pueblo de Alájar, ya que la mayoría del mobiliario ha sido realizado o comprado en los alrededores locales. Caso de que desee explorar las vecindades puede dar un paseo desde El Molino a lo largo de los diversos senderos hasta Alájar (denominación árabe para “piedra”), con sus casas blancas y sus calles sinuosas. Algunos de los bares y restaurantes están considerados como los mejores de la región, algo que no sorprende ya que la Sierra de Aracena está considerada uno de los puntos centrales de todo el país como productores de jamón. Si quisiese bajar esas calorías extra, le recomendamos que disfrute en los alrededores de un paseo por el río. El Molino Río Alájar es uno de esos idílicos lugares secretos en los que los entusiastas de la naturaleza y familias de todo tipo (niños en particular, por la libertad y por esos animales tan de cuento que son los burros), con seguridad lo apreciarán. Altamente recomendado.