Hotel Rural Predi Son Jaumell Capdepera

El Hotel Rural Predi Son Jaumell Capdepera es una puerta de entrada a otra dimensión temporal, un eco del pasado que resuena en cada piedra, en cada rincón de su historia. Aquí, se respira algo más que la calma: hay memoria impregnadas de siglos, el peso suave del tiempo que transforma el ritmo frenético del presente en un latido pausado. Bajo las encinas que han visto pasar mil años, este hotel en Mallorca se convierte en un refugio interior, donde uno puede detenerse, no para huir, sino para recordar lo esencial.

Son Jaumell no es sólo una finca; es un testimonio vivo del alma mallorquina. La casa principal, que data del siglo XIV, ha sido restaurada con un respeto casi reverencial, como si las piedras pudieran hablar de los días en que el rey Jaime II de Aragón buscó aquí refugio. Hoy, sus 3.000 metros cuadrados de jardines y arboledas se abren como un paisaje onírico, donde el visitante, al caminar por senderos de almendros y algarrobos, siente el eco de los siglos bajo sus pies. 

Las 24 suites del hotel han sido diseñada cada una como un homenaje a la naturaleza circundante. La estética mediterránea se despliega con una simplicidad que roza lo poético: paredes de piedra que susurran historias, muebles de madera que invitan al tacto. Y las terrazas privadas, desde donde se puede contemplar el paisaje mallorquín, son escenarios perfectos para absorber la luz dorada que baña la isla al atardecer, como si cada rayo fuera una caricia de siglos.

Y, por supuesto, está la gastronomía, en el Senzill Bistro, bajo la batuta del chef Andreu Genestra, la cocina es una oda a la frescura y al terruño. Aquí, cada bocado es una conversación entre la tierra y el paladar, desde los yogures caseros del desayuno hasta el marisco recién traído del mercado, Y para aquellos que buscan algo más allá de lo conocido, las opciones veganas y vegetarianas son igual de sublimes, con productos que nacen de la misma tierra que se pisa.

Pero Predi Son Jaumell no es un lugar que te encierra; es un punto de partida. Para aquellos que deseen explorar, el equipo del hotel está preparado para guiar a los viajeros por senderos secretos, con bicicletas y equipamiento de senderismo a disposición. Un camino privado lleva a las arenas blancas y puras de Cala Agulla, y, si se avanza un poco más, las cuevas de la Edad de Bronce y las vistas imponentes del castillo de Capdepera aguardan como guardianes de una historia que nunca termina. Y si el golf es lo tuyo, cuatro campos cercanos completan esta experiencia multisensorial, haciendo de cada estancia una aventura.