Zaragoza, la capital de esta comunidad, es una de las ciudades más monumentales de España. Cruzada por el caudaloso río Ebro, la antigua Salduba ibera, Caesaraugusta romana y Sarakosta árabe tiene uno de sus centros neurálgicos en la Plaza del Pilar. Aquí se alza uno de los mayores centros marianos de España: la Basílica de Nuestra Señora del Pilar eleva su estructura barroca sobre una moderna plaza. En su exterior destacan cuatros torres y una inmensa cubierta de colores, mientras que en el interior llama la atención el Retablo Mayor – realizado en alabastro – la imagen de la venerada Virgen del Pilar y las pinturas de Francisco de Goya, realizadas en las cúpulas.
También merecen una visita palacios renacentistas como el de los Pardo – hoy Museo Camón Aznar – y el de Montemuzo – sede de la Hemeroteca y Archivo Municipal; además de los de Donlope y el de los Marqueses de Huarte. Y es imprescindible visitar el Palacio de la Aljafería, majestuosos palacio árabe de estilo mudéjar – del siglo XI. Grandes avenidas “afrancesadas” nos llevarán al Paseo de la Independencia y la Plaza de Aragón; por estos aledaños podemos visitar la Basílica de Santa Engracia, Correos, el Patio de la Infanta y el Museo Paleontológico.
Huesca, situada a los pies de los Pirineos, ofrece parajes naturales y monumentos medievales de increíble belleza. En la fértil comarca de la Hoya, protagonista de una historia de más de dos mil años de antigüedad, se encuentra el Coso, límite de las antiguas murallas medievales que delimita un interesante entramado urbano, presidido por la Catedral – construida entre los siglos XIII y XVI por Don Jaime I, que inició su edificación sobre los restos de la Mezquita Misleida.
El Museo de Huesca, fundado en 1873, está instalado en el antiguo Palacio Real donde encontramos, entre otras, piezas de arte ibérico y romano y tallas de los siglos XII y XIII. Hay que destacar también el Monasterio de San Juan de la Peña – Castiello de Jaca – formado por dos construcciones: el Monasterio Nuevo, del siglo XVII y estilo barroco, y el Monasterio Viejo, del siglo X y estilo románico.
Teruel, erigida en un alto del sur de la Comunidad, conserva en su casco histórico un importante legado medieval, consecuencia de un largo dominio musulmán. La torre catedralicia, así como las de San Salvador, San Martín y San Pedro son las joyas de un conjunto monumental mudéjar que está declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
En la loma de la Sierra de Gudar, sobresale el conjunto medieval de estilo gótico del Castillo de Mora de Rubielos – del siglo XIV. El estilo de Mudéjar se encuentra ampliamente en la provincia: la torre de la Iglesia de San Martín y la entrada a la sacristía, en San Martín del Río. Y en otros monumentos como la torre de la Iglesia de la Asunción, en Báguena, la torre vieja de la Iglesia de la Inmaculada, en Santa del Campo o la torre octagonal, de la famosa Iglesia de la Asunción, en Muniesa. También son muy destacables la Iglesia de Santa María la Mayor, en Montalbán; y la torre de la Iglesia de la Asunción, en Albalate del Arzobispo.