La Gomera
La Gomera
La Gomera es una isla rica y frondosa, formada por un gran macizo central, que se eleva a 1.487 m. sobre el mar. Su fisonomía de costas abruptas y acantilados, se extiende en paisaje montañoso hasta un gran macizo central, el Alto de Garajonay, declarado Parque Nacional. En ella destaca la autenticidad y antigüedad de sus tradiciones, manifestadas en su original folclore y en el famoso lenguaje silbado que emplean sus habitantes para comunicarse de una montaña a otra.
Historia
Se cree que La Gomera fue llamada así en honor a Gomer -un nieto de Noé-, a pesar de esta referencia bíblica, la isla sólo comenzó a aparecer en los registros históricos después de que Colón atracase aquí en 1492, en su camino hacia el nuevo mundo. En la Gomera aprovisionó en abundancia sus naves -con víveres y agua-, partiendo el 6 de Septiembre de 1492, para descubrir América. Desde entonces, los habitantes de la Gomera han llamado a su isla La Colombina -en la referencia a la visita de Colón. La Torre de Conde y la Iglesia de la Asunción –en la que fueron bendecidos los miembros de la expedición-, aún existen. En los siglos siguientes, otros europeos harían lo mismo para cargar sus naves con comida, esclavos, metales preciosos, sedas y otros géneros, tiempo en el que se establecerían en la isla españoles y otros colonizadores.
Fiestas
El folklore de La Gomera tiene algo que es exclusivo al archipiélago, el Baile del Tambor: bailes y cantos ancestrales -únicos en el mundo hispánico-, debido a su combinación arcaica de romances con bailes en línea. La Fiesta de Santa Rosa de Lima se celebra el tercer domingo de Agosto, -en torno al día 23, en el barrio de las Rosas, Término Municipal de Agulo-, al tiempo que la fiesta de Chipude, es de la más visitadas de la isla de la Gomera. La devoción a Santa Rosa de Lima se remonta a tiempo inmemorial, seguramente traída por los dominicos que evangelizaron toda la zona norte de la isla, desde su Convento en el Valle Alto de Hermigua.
Artesanía
En las islas Canarias se conservan técnicas casi únicas en España como: la cestería de la fibra de plátano y el deshilado, en el que las artesanas de los calados -bordados calados y los calados canarios o deshilados-, adornan las telas mediante el trabajo minucioso de la aguja y el hilo. Aunque los telares de seda están tristemente prácticamente desaparecidos, los telares de lana de oveja aún se mantienen con importante actividad. Es interesante conocer las denominadas "traperas" confeccionadas a base de tiras de tela: tiras de trapo tejidas con agujas de punto o con un simple anudado o en los telares. La cestería es realizada con hojas de palma, de paja, de mimbre de junco o de vara. La alfarería canaria, heredada de la cerámica primitiva de los antiguos guanches -que desconocían el torno-, no lo utiliza tampoco en sus trabajos actuales: la arcilla es trabajada con las manos, con la técnica llamada de "urdido", consistente en extender la pasta de barro sobre una mesa e ir dando forma al objeto poco a poco; posteriormente, se procede al secado y decoración. La alfarería decorativa y de adorno personal se materializa en los collares de cuentas y en las famosas pintaderas -una especie de símbolo de la iconografía guanche que consiste en un entrelazado de triángulos dentro de otro triángulo; la espiral es otro de los símbolos guanches dominantes.
Monumentos
San Sebastián de la Gomera, bonita y pintoresca población de 6.000 habitantes, está comunicada con Tenerife por un trasbordador, que hace numerosos recorridos entre ambas islas. En ella hizo escala Colón antes de salir para descubrir un nuevo mundo, donde solicitó ayuda de Doña Maria de Bobadilla, viuda de Don Hernán Peraza, Conde de la isla y su mejor defensor ante la corona de Castilla, pues el timón de La Pinta estaba dañado. En ella recibió toda la ayuda deseada y se aprovisionaron de agua y víveres. En la Iglesia de San Sebastián oyó misa antes de partir. De todos estos eventos se guarda recuerdo si se visitan sus monumentos, la Iglesia de San Sebastián, que aún existe, la Torre del Conde, que es lo único que ha quedado de la antigua fortaleza del siglo XV en la que vivían los señores de la isla y donde Colón se alojó, o el Puerto desde el que partió
Gastronomía
La sencillez es una seña de identidad de la comida canaria. Uno de los ingredientes clave que puede encontrarse en gran parte de sus platos es el gofio: grano tostado de trigo o maíz, puede ser la parte fundamental del desayuno, acompañante de los diferentes guisos insulares, o incluso dar lugar a una peculiar variedad de turrón autóctono. De la misma sencillez pueden hacer gala sus mojos –salsas-, que acompañan a la mayoría de las comidas: el mojo picón -con pimiento, vinagre, aceite de oliva, ajos, comino, sal y pimentón- y el mojo verde -hecho a base de perejil y cilantro, con un sabor más suave-, han alcanzado en Canarias la categoría de verdaderas instituciones. Canarias, en plena ruta de navegación hacia América, vio como su cocina se enriquecía con productos llegados de allá: el tomate, el plátano, la patata, y la papa -sin duda, una de sus preparaciones típicas más famosas: las papas arrugadas. El pescado es de gran calidad: cherne, fula, sama, lubina, sargos, bogas, caballas, y sobre todo, la vieja; el pescado suele prepararse a la sal, a la espalda, o jareado -secado al sol y condimentado. En marisco, el más típico es la lapa -durante los meses de verano suele tomarse a la plancha-, también el burgado o la almeja. El clima canario es especialmente propicio para el cultivo de diferentes frutas que podríamos calificar de tropicales: el plátano -producto más representativo de las islas-, papaya, pera-melón, durazno, mango, aguacate o piña, son algunas de las sabrosas frutas de archipiélago. En la repostería autóctona encontramos los típicos Bienmesabes -miel y almendras molidas-, Ñames o truchas navideñas -empanadillas rellenas de batata, almendras y pasas o cabello de ángel-, Quesadillas de la isla del Hierro, Torta Vilana de la Gomera, mazapanes y almendrados de Gran Canaria, raspaduras en La Palma, entre otras exquisiteces. Estas islas albergan diez denominaciones de origen vinícolas: Abona, El Hierro, Lanzarote, la Palma, Tacoronte-Acentejo, Valle de Güimar, Valle de la Orotava, Icoden-Daute-Isora, Monte Lentiscal y Gran Canaria; y algunas bebidas propias que conviene conocer, como el licor de plátano o licores de diversas frutas, y su particular y afamado derivado del ron, el ron-miel.
Actividades
El Parque Nacional de Garajonay, es un bosque de laurisilva, uno de los últimos vestigios de las ancestrales selvas subtropicales: la laurisilva canaria encuentra refugio en la zona de nieblas de las islas, y Garajonay es en la actualidad la muestra mejor conservada de este ecosistema, albergando más de la mitad de los bosques maduros de laurisilva del archipiélago; otros valores de este Parque Nacional son la diversidad de tipos de formaciones vegetales y la existencia de espectaculares monumentos geológicos, como los Roques. La isla abunda en costas abruptas y acantilados, por lo que la mayoría de sus playas son pequeñas calas, aunque posee también preciosas playas de arena: la Playa de Santiago, bonito pueblo de pescadores muy pintoresco con una excelente playa de aguas cristalinas; en el Valle Gran Rey, y muy cerca de las plantaciones, se encuentra una playa de fina arena dorada, considerada una de las mejores de la isla; Vallehermoso posee también una buena playa junto al Acantilado de los Órganos.