Lo más destacado de la ciudad es, sin duda, su Ciudad Vieja, fundada en el año 963 y declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Una legendaria fortaleza tallada en la roca que se alza sobre toda la ciudad como un faro. El palacio granducal está abierto al público durante el verano para que pueda apreciar su majestuoso interior y sus salones de ceremonias, pero puede maravillarse con su hermosa fachada de estilo renacentista flamenco del siglo XVI durante todo el año. Visite la catedral de Notre-Dame para ser testigo de cómo el rosetón del siglo XVII contrasta con las ventanas del siglo XX. La ciudad también está llena de museos, desde el Museo de Historia de la Ciudad de Luxemburgo y el Museo Nacional de Historia y Arte, hasta museos más modernos, como el Foro de Arte Contemporáneo del Casino de Luxemburgo y el Museo de Arte Moderno Grand-Duc Jean MUDAM. También encontrará óperas, musicales, espectáculos de danza y obras de teatro en varios idiomas en el Grand Théâtre.