Casita Aquavista

El tiempo se desliza con suavidad en AquaVista, una acogedora casita canaria a las afueras de Icod de los Vinos, donde la naturaleza sigue marcando el ritmo de los días y abraza la casa como un manto. En el noroeste de Tenerife, la vegetación crece exuberante, los acantilados se precipitan hacia el océano y el majestuoso Teide se alza en el horizonte como un guardián silencioso. Desde la terraza, el paisaje se despliega en capas de verde y azul: viñedos centenarios, el Atlántico, la silueta imponente de la montaña. Las vistas son privilegiadas, con atardeceres inolvidables que tiñen el cielo de tonos dorados y malva.

La gran terraza de la azotea, parcialmente cubierta con cañizo y de aproximadamente 12 m², se convierte en un salón al aire libre, con una zona de comedor y tumbonas. Una escalera de caracol te lleva al patio canario, un rincón resguardado con una fuente y plantas, donde solo se escucha el murmullo del agua y el canto de los pájaros. En el interior, la casa conserva el encanto de la arquitectura tradicional: suelos y techos de madera, un acogedor salón-comedor con una gran ventana enmarcando el Teide, una Smart TV, un dormitorio amplio, un baño con ducha y una pequeña cocina equipada con todo lo necesario. En invierno, la calefacción eléctrica ahuyenta el frío de la montaña. Un refugio sencillo, auténtico y acogedor, con un precio simpático.

 A solo 300 metros, el mar te espera con sus escarpados acantilados. Muy cerca, las piscinas naturales de la zona te invitan a un baño en aguas cristalinas, entre rocas volcánicas esculpidas por el tiempo. A solo dos kilómetros, el precioso pueblo de Icod de los Vinos te recibe con su legendario Drago Milenario, cuya historia se lee en la corteza, además de bodegas locales, un museo del plátano y el arte sacro de San Marcos. Aquí, lejos del turismo masivo del sur, la isla muestra su rostro más genuino. Y AquaVista, con su atmósfera de serenidad y belleza, es el refugio perfecto para quienes buscan una conexión auténtica con la naturaleza y la historia de Tenerife. Puerto de la Cruz, con sus atracciones turísticas, el Loro Parque y el jardín botánico, está a unos 20 kilómetros. Desde el aeropuerto de Tenerife Sur, el trayecto hasta la casa es de aproximadamente 70 kilómetros, mientras que desde Tenerife Norte, la distancia es de unos 40 kilómetros.