La oferta en Lombardía es muy variada. Su precioso paisaje compuesto por montañas, llanuras y grandes lagos son el entorno ideal para una escapada que te permita descansar y conectar con la naturaleza, realizar actividades al aire libre y de paso, conocer las encantadoras ciudades y pueblos de la zona.
No puedes perderte Mantua o Sabbioneta. Y si te apetece disfrutar de una ruta en tren de ensueño puedes coger el Ferrocarril Rético, que atraviesa los paisajes montañosos de Albula y Bernina. En la ciudad de Brescia es muy interesante el Monasterio de San Salvador, y no puedes dejar de visitar Cremona, sobre todo si eres un apasionado de la música clásica: aquí es donde Stradivarius construyó sus famosos e inmortales instrumentos de cuerda.
Pavía – “la ciudad de las Cien Torres” - Lecco, en la que transcurre la obra de Manzoni “Los Novios”, o Bérgamo – en la que puedes visitar la fantástica pinacoteca Academia Carrara, la Capilla Colleoni o el Teatro Donozetti – son otra paradas obligatorias en la zona.
Para los apasionados de los deportes de invierno, las cumbres alpinas ofrecen la oportunidad perfecta para practicar esquí o snowboard. Localidades como Valcamonica y Valtellina, y las estaciones de Livigno, Aprica o Bormio, con muchas pistas de todos los niveles de dificultad. El glaciar de Stelvio, por otra parte, permite hacer descensos de infarto a los esquiadores más arriesgados.
Aunque no todo se reduce al frío y la nieve: en verano se puede practicar escalada (sobre todo en la cima del Adamello), y actividades como el senderismo, rutas de bicicleta de montaña o rafting.
También puedes encontrar espacios dedicados al relax y la salud. Abundan los centros de aguas termales con propiedades terapéuticas. Por ejemplo las termas de Boario o las de Bormio, en el Parco Nazionale dello Stelvio, ideales para disfrutar de un entorno privilegiado mientras te sometes a tratamientos de hidroterapia.
Respecto a los lagos, geniales para practicar actividades acuáticas, destacan el de Garda – en su orilla occidental. Hay numerosos pueblos que visitar bordeando la costa, como Saló o Toscolano Maderno. También es precioso el lago de Como, uno de los más profundos de Europa, con un entorno de postal – posiblemente fuera el paisaje de fondo de la Mona Lisa – y encantadores pueblecitos como Bellagio, Varenna o Menaggio. Y el lago de Iseo, con villas a su alrededor como Sarnico – en la que no puedes perderte los frescos de la iglesia de San Nazario – Riva di Solto o Lovere.
También hay que destacar las famosas rutas del vino que se realizan en esta región lombarda, en las que además podrás probar las especialidades locales. Desde Valtellina a Lodigiano, y pasando por la localidad de Franciacorta – muy famosa por sus vinos espumosos.