Hotel Palacio Garvey

Una bella mezcla del viejo y del nuevo Jerez, en la cuna del jerez. Muchos hoteles de lujo tienden a ser algo formales e incluso serviles, pero no el Hotel Palacio Garvey. Aquí uno recibe un servicio de primera sin que resulte en absoluto sofocante. Construido en 1850 como residencia de la condesa de Garvey, está situado justo en el centro histórico de Jerez de la Frontera – la bella y conocida capital del vino de jerez. La clásica fachada del siglo XIX no descubre lo que vamos a encontrar en el interior, que se puede resumir en una soberbia renovación que personifica ese refinamiento del mobiliario antiguo, junto con piezas que representan la funcionalidad del moderno. A pesar de su origen sesquicentenario, el sitio es joven de corazón. Tiene todas las instalaciones y servicios que uno podría esperar y, a pesar de la belleza del edificio y la maravillosa decoración, lo que más llama la atención es la cordialidad del lugar, el servicio con mimo y el ambiente informal. El resultado final es una estancia agradable y relajada. En cuanto a las habitaciones, las dieciséis son espaciosas y decoradas moderna y sofisticadamente, con amplias camas, baños modernos – que incluyen una bañera con hidromasaje –, suelos de madera y aire acondicionado. El patio andaluz en el interior es un magnífico sitio para dejar pasar el tiempo y tomarse un fino mientras tanto. Quedarse en el Palacio Garvey, en el corazón de Jerez de la Frontera, y no catar uno de sus esplendidos vinos, es un auténtico sacrilegio.