Solar do Castelo

Si el antiguo refrán que reza "una manzana al día mantiene lejos al doctor" fuese cierto, una estancia en Solar do Castelo debe hacer maravillas para la salud: encontrará una bandeja con una manzana cada día a la puerta de su habitación; un toque raro pero muy agradable. Aunque Solar do Castelo también es refinamiento e historia: empezó su andadura a mediados del siglo XVIII, cuando se construyó una mansión en el interior del Castillo de San Jorge, en el lugar que anteriormente ocupaban las cocinas del Palacio de Alcáçova -es por esta razón que aún es referido en ocasiones como la "Mansión de la Cocina". En la actualidad se ha convertido en un hotel elegantemente restaurado cuya rehabilitación ha sido llevada a cabo bajo los auspicios de Graça Viterbo -una de las mejores decoradoras de Portugal. Se ha tenido un cuidado extremo en la conservación de los restos medievales, como la cisterna -que se cree que ha formado parte de algunas de las dependencias del palacio original-, manteniendo también el patio interno y el bonito jardín. El ambiente es moderno y actual. Los elementos de la arquitectura portuguesa tradicional, como los sobrios marcos alrededor de las ventanas y la fabulosa entrada principal, combinan con el intrincado diseño de la pared de la fachada principal. Aunque las habitaciones son algo pequeñas resultan dependencias sumamente románticas. Debemos señalar que no se permite estacionar en los alrededores del Castillo resultando muy difícil encontrar aparcamiento en los alrededores.