Riad Abracadabra

El Riad Abracadabra se encuentra dentro de las viejas murallas que rodean la medina de Marraquech – donde el encanto del pasado se respira en cada rincón. Y está a tan solo cinco minutos andando de la bulliciosa plaza de Yamaa El Fna.
Dos catalanes, Inés y Bruno, primos y socios en esta aventura, compraron este clásico riad que antes era un pequeño palacio llamado Derkaoui donde vivía una aristocrática familia marroquí.
Tras dos años de restauración y utilizando materiales autóctonos como el “tadelakt” (cemento artesano pulido), el “zellij” (terracota bruñida) de Fez o el “bejmat” (cerámica), abrieron el Riad Abracadabra al público en junio del 2009. Esta casa tradicional ha sido adaptada para satisfacer las necesidades del viajero moderno, consiguiendo que este exclusivo hotel garantice una estancia verdaderamente agradable.
Viene con 8 habitaciones – cada una con su propia personalidad – que giran alrededor de un patio que, como manda la tradición islámica, es el eje y distribuidor de la vida social familiar. Aquí el suelo esta ornado con ese maravilloso mosaico hecho con terracota de Fez y hay una fuente central que irradia paz al resto de la casa con el sonido del agua como fondo musical.
Las habitaciones se encuentran en dos plantas y pueden alojar a dos, tres o cuatro personas – con salita, vestidor y biblioteca. Los materiales de construcción son comunes a todas ellas: tabiques de tadelakt, alfombras bereberes y ventanas con rejillas mozárabes.
Hay una terraza en la azotea con hamacas y butacones, así como una bar que sirve cócteles diversos. Las mesas son para poder desayunar mientras la ciudad se despierta a nuestros pies..