Riad Al Jazira

Durante veinte años, Ben Abdallah ha estado manteniendo un idilio con los palacios y riads de Marrakesh. Y durante ese periodo, ha renovado más de cincuenta locales con la intención de preservar su patrimonio histórico y su peculiar encanto, usando sólo materiales tradicionales para una restauración a conciencia. Por algo le llaman “Niño de la Medina”. La mayoría los ha vendido, pero los verdaderamente singulares los ha conservado – concretamente, sitios como el Riad Al Jazira. Este establecimiento es en realidad la restauración combinada de tres riads, dando como resultado más habitaciones de lo normal – quince suites en total. Un amplio patio lleno de plataneras, paredes enyesadas, viejas galerías y gráciles columnas a través de las cuales los hospedados pueden acceder a las habitaciones – todo ello contribuye a la magia del lugar, donde el viajero es tratado como un amigo más que como un huésped. Luego está la terraza en la azotea con vistas espectaculares de la vecindad y de su piscina. Estupendo sitio para disfrutar de un desayuno preparado por Fadma, que incluye zumo de fruta fresca y tortitas marroquíes.