Les Rosées

Un tranquilo retiro con estilo cerca de Cannes.

Puedes que Les Rosées no sea el sitio más fácil de descubrir, pero vaya si merece la pena llegar hasta ahí. Según conduces por el camino lleno de guijarros, pasas por un caleidoscopio de flores exóticas, la sensación de anticipación crece y al contrario de otros lugares que podríamos mencionar, no te decepcionará una vez llegues a tu destino. Esta casa de la Provenza de 400 años de antigüedad es simplemente gloriosa. Al pasar a través de la puerta por primera vez, las elegantes piezas de época mezcladas con antigüedades rústicas y el piano de cola llamarán tu atención sin remedio – y esto marcará la tónica general de tu estancia.

Las cuatro suites no son solamente soberbias sino únicas en su decoración y sentimiento. Por ejemplo la Suite Serguey cuenta con techo de cristal, chimenea y cama King size. La suite Isadora cuenta con un salón con techo de cristal y la suite St. Honorat es… simplemente romántica. Pero a pesar de sus lujosas credenciales, Les Rosées sigue siendo un lugar acogedor. Los huéspedes podrán pasear en la paz y tranquilidad del jardín de olivos y el pequeño tamaño del Les Rosées se traduce en que el ambiente será siempre de intimidad y privacidad. Especialmente si tenemos en cuenta que los dueños Kilperick y Jenny, además de ser excepcionalmente serviciales también son discretos y complacientes.

La otra gran virtud de Les Rosées es la perfecta localización para explorar la Costa Azul. Lejos de los peores excesos de su famosa región, está tan solo a un corto (aunque algo escarpado) paseo del antiguo pueblo de Mougins.

Un último apunte: no hay televisor en ninguna de las habitaciones aunque si realmente necesitas una, los dueños te la podrán conseguir.