Hotel Bourg Tibourg

Un delicioso hotel que se oculta como si quisiera ser el escondrijo de unos amantes. Un seductor sitio donde alojarse en uno de los rincones más bellos de París. El Marais es un barrio medio camuflado pero sin embargo muy céntrico (quince minutos andando de Notre Dame o del Louvre) y, al igual que Trastevere en Roma, es como un pueblo incrustado en el corazón de una gran ciudad. Una zona de moda predominantemente residencial, por lo que los bares, teatros y restaurantes que la acompañan – lo mismo que el Hotel Bourg Tibourg – son más pequeños, más personalizados y en consecuencia más satisfactorios. El hotel en si es un regalo a la vista, con metros y metros de telas con tonos orientales cubriendo las paredes y aires de club inglés en los sofás. Luces apagadas, una cierta sensualidad en el mobiliario, cortinas de colores vivos, aromas sutilmente exóticos – todo proporcionando una gratificante sensación. Estamos en París por lo que no esperemos grandes espacios interiores, sino estancias más íntimas y acogedoras. Algo entre el oriente, el romanticismo y un gótico exuberante que destila de sus pinturas, el granito negro de los cuartos de baño y los arabescos de las colchas. Claro que éste no es un hotel para todo el mundo – sólo para aquellos a quienes les gusta quedarse en un sitio con un significado especial, como una continuación a la gran experiencia que nos espera más allá de sus paredes.