Villa Idalina

Esta villa del estilo de una mansión brasileña, se encuentra a cinco minutos a pie del río Miño y de una playa en su desembocadura. Y también de numerosos caminos para practicar senderismo.

El dueño anterior – Joaquim Costa – emigró a Brasil y, a su vuelta, diseñó este precioso palacete con el lujo y detalles arquitectónicos que le habían sido inspirados durante su estancia en aquel país trabajando y haciendo fortuna en la Construcción. Joaquim, natural de Seixas do Minho, lo llamó Idalina en honor al amor de su vida. 

En la planta baja encontramos el antiguo balneario que conserva el equipo original de la época, con una sauna de vapor de 1900. La mansión está rodeada de un precioso jardín. Todas las habitaciones están amuebladas con piezas que bien podrían figurar en un anticuario y tienen vistas al jardín y al río Miño, que hace frontera entre Portugal y España.

Déjese sorprender por la belleza y fastuosidad de esta propiedad. Su estancia en Villa Idalina será sin duda inolvidable.