Alt Empordà
La región más oriental de Cataluña y de la península ibérica, es un territorio donde los Pirineos se desvanecen en las cálidas aguas del mar Mediterráneo. Esta zona es especialmente conocida por su tierra oscura y llena de pizarra, desgastada por el fuerte viento que caracteriza a la región, dotándola de un encanto único que se mantiene gracias a su peculiar configuración territorial. En el corazón de esta región se encuentra Figueres, una ciudad que fusiona lo tradicional con lo vanguardista, conocida por albergar algunos de los museos más prestigiosos de Cataluña, como el Teatro-Museo Dalí. Más allá de su riqueza cultural, el Alt Empordà se enorgullece de sus impresionantes playas a lo largo de la Costa Brava, tales como Portbou, Llançà, la playa de Grifeu y la playa de Port de la Selva, que son auténticos paraísos para los amantes del sol y el mar. Entre sus joyas naturales, Empuriabrava destaca con el Parque Natural de las Marismas del Ampurdán, un santuario de oasis naturales con aguas cristalinas y arenas doradas. Dentro de este parque, las playas de La Rubina y Can Comes se presentan como verdaderos refugios vírgenes, ofreciendo condiciones idóneas para la práctica de deportes acuáticos, con un especial enfoque en el kitesurf y el windsurf. Peralada es conocido por su castillo, el casino y los viñedos que rodean el pueblo, ofreciendo un ambiente medieval que encanta a sus visitantes. Castelló d'Empúries, antigua capital del condado de Empúries, tiene un patrimonio medieval importante como la Basílica de Santa María, el Puente Viejo y el Ecomuseo-Farinera.
Baix Empordà
Baix Empordà, anclado en el corazón de la Costa Brava, se despliega como un lienzo vibrante de contrastes y colores, donde la naturaleza se entrelaza armoniosamente con un patrimonio histórico y cultural. Esta región, celebrada por sus idílicas playas, calas secretas, pueblos medievales y una rica gastronomía, promete una experiencia inolvidable marcada por la belleza y la tradición.
Entre sus joyas, que son muchas podemos encontrar:
Begur resalta con su imponente castillo medieval, ofreciendo vistas panorámicas del Mediterráneo y sus pintorescas calas. Las calles empinadas y las casas coloridas de este pueblo narran historias de tiempos pasados, aportando un carácter único.
Pals, asentado sobre una colina, es renombrado por sus espectaculares vistas, sus calles empedradas y una torre gótica magníficamente conservada, invitando a un viaje a través del tiempo en cada paso.
El pueblo de Peratallada posee uno de los conjuntos medievales más impresionantes de Cataluña, con sus murallas, fosos y calles de piedra que transportan a la Edad Media, creando un ambiente de cuento de hadas.
Calella de Palafrugell tiene un pintoresco pueblo pesquero con sus casas blancas y calas de aguas cristalinas ofrecen un escenario perfecto para el descanso y la contemplación, mientras que Tamariu y Llafranc brillan por sus hermosas playas y elegantes paseos marítimos.
En Monells y Platja d'Aro, el contraste entre la tranquilidad medieval y la vibrante vida nocturna define la diversidad del Baix Empordà, mostrando un espectro completo de experiencias, desde la serenidad hasta el dinamismo cosmopolita.
Además, la región alberga preciosas pequeñas aldeas como Madremanya, Púbol y La Pera, que son testimonios vivientes de la rica historia catalana. Rupià, Parlavà y Ultramort ofrecen un vistazo a la vida rural tradicional, mientras que Corça y Sant Sadurní de l’Heura despliegan un encanto rústico que enamora a sus visitantes. Cruïlles emerge como un punto de encuentro entre la historia y la naturaleza, ideal para aquellos que buscan inspiración y tranquilidad.
El interior del Baix Empordà, con sus rutas para ciclismo, senderismo y golf, invita a disfrutar de la naturaleza, mientras que los mercados locales son una ventana a la cultura y tradiciones de la región, ofreciendo productos frescos, artesanías y antigüedades y muy muy buena comida.
La Selva
Una comarca enclavada al sur de la provincia de Girona, debe su nombre, "La Selva", a la riqueza arbórea que ostentó en el pasado. Parte de esta floresta todavía se encuentra en el macizo de Montseny y en la Sierra de Les Guilleries, un auténtico laberinto de bosques. En su litoral, nos deparamos con encinares y alcornoques hasta llegar casi a la misma costa, cambiando a pinos marítimos. Sin embargo, La Selva es mucho más que verdor.
La costa de La Selva, que antaño fue un paraíso natural, se extiende a lo largo de un litoral no muy extenso que abarca localidades como Blanes, Lloret de Mar y Tossa de Mar, cada una con su castillo que domina la panorámica. Estas playas, combinadas con imponentes acantilados, brindan un contraste impresionante. Hoy en día, al haber permitido una generosa urbanización, ha impactado de tal manera que en algunas de estas playas, solo quedan pequeños fragmentos de su belleza natural.
En el interior de La Selva, se extienden majestuosos paisajes montañosos, caracterizados por su relieve accidentado y densos bosques. Aquí, el Camino de Sant Jaume conecta con Montserrat desde la frontera con Francia, atravesando Girona y dirigiéndose hacia Olot. Este recorrido es una inv
La plana selvatana, por otro lado, es una región de comunicación entre Barcelona y Girona, caracterizada por su topografía plana y tierras fértiles. Esta área alberga núcleos de población importantes y una red de vías de comunicación clave. Aquí, el Camino de Sant Jaume se divide en dos ramas, una que se dirige hacia la montaña y otra que lleva a los peregrinos a Barcelona, atravesando una región históricamente rica en estanques y humedales.
La Garrotxa
Un territorio fértil formado por valles, ríos, campos, masías, bosques y pequeños pueblos que mantienen la esencia rural de toda la vida. En buena parte de la mitad sur se extienden más de 40 volcanes y diversas coladas de lava que forman un paisaje suave y sin demasiados desniveles, protegido por el Parque Natural de la Zona Volcánica de la Garrotxa. En cambio, desde el valle del río Fluvià hacia el norte, el paisaje cambia radicalmente; se vuelve más abrupto y escarpado, con abundantes barrancos y desfiladeros, que dan paso a la Alta Garrotxa, un área declarada Espacio de Interés Natural, al igual que el Collsacabra y el macizo del Puigsacalm, ambos situados al oeste de la comarca. Los valles de Bas, de Hostoles y de Bianya articulan buena parte de la Garrotxa, una de las comarcas más boscosas de Cataluña. Las vertientes soleadas son ocupadas por encinares. Los robledales predominan en el resto de zonas –en la de Olot puede verse alguna de roble carvallo– y los hayedos se encuentran en los sectores más húmedos. Merece la pena adentrarse en este paisaje, sea a pie, en bicicleta, a caballo o en globo, sea en un volcán dormido o en las montañas más agrestes observando mariposas, oyendo animales en plena noche, descubriendo bonitos pueblos, y estando en contacto directo con la naturaleza.
Visitar: Olot, la principal ciudad de la Garrotxa, es famosa por su entorno natural impresionante, con el Parque Natural de la Zona Volcánica de la Garrotxa como uno de sus grandes tesoros. Aquí, los visitantes pueden caminar por paisajes volcánicos sorprendentes y admirar conos volcánicos, cráteres y ríos de lava petrificada. Pero Olot es también conocida por su rica tradición artística, con numerosos artistas locales que han dejado su huella en la ciudad.
Besalú, conocido por su puente medieval y su preciso casco antiguo. Santa Pau es otro tesoro, con sus hermosas calles y su castillo. Además, no te pierdas Castellfollit de la Roca, un pueblo construido en un acantilado de basalto impresionante.
Cerdanya
La Cerdanya es un destino fascinante durante todo el año, tanto en verano como en invierno. Esta región ofrece un abanico de paisajes, un entorno natural exuberante, arquitectura histórica y una rica herencia cultural. En esta región montañosa, hay un lugar curioso llamado Llivia, una aldea que se encuentra en suelo francés pero es catalán, con su castillo, casco antiguo y la antigua Farmacia Esteva, una de las más antiguas de Europa. La cumbre de La Tosa, con sus impresionantes vistas, es un destino ideal para quienes buscan aventuras al aire libre. Además, Puigcerdà, la capital de la Cerdanya, te sorprenderá con su arquitectura colorida y el hermoso lago de Puigcerdà.
El Parque Natural Cadí-Moixeró, uno de los espacios naturales más grandes de Cataluña, ofrece una variada vegetación y numerosas rutas para explorar a pie, en bicicleta o a caballo. Bellver, con su patrimonio arquitectónico y las pinturas rupestres del Valle del Ingla, está lleno de historia. El Valle de la Llosa, apenas urbanizado es perfecto para la exploración de senderos y conocer los bonitos lagos de Muga.
Ripoll
Ripoll situada en el corazón de los Pirineos y conocida como la cuna del catalanismo, es el destino para los amantes de la historia y la naturaleza. Su icónico Monasterio románico de Santa María de Ripoll, , el casco antiguo de la ciudad. Excelente para senderismo y escalada.
Plas de l’Estany
El principal atractivo es el impresionante Lago de Banyoles, uno de los lagos naturales más grandes de España. Si quieres puedes navegar de barco, remo o piragüismo, o simplemente pasear por sus orillas. El casco antiguo de Banyoles es precioso, con calles adoquinadas y edificios con mucha historia. No te pierdas la Iglesia de Santa María dels Turers y el Museo Darder de Ciencias Naturales. Además, la región de Banyoles es buena para practicar senderismo y ciclismo.
Girona y su capital
Girona es la capital de esta provincia, su casco antiguo es bien conocido, y lo llaman "Barri Vell," con calles adoquinadas muy bonitas , edificios históricos, y junto al río casitas de colores. Visitar la catedral, los restos de la muralla, los antiguos baños árabes y el famoso "Call," uno de los barrios judíos mejor conservados de Europa.
Otra localidad para visitar en este municipio es Salt cerca de Girona con una gran diversidad cultural. Aquí puedes explorar el Parc de la Sèquia, un hermoso parque público, y visitar la Casa de la Música. Ambas ciudades ofrecen una mezcla de historia y cultura que vale la pena explorar y además se pueden recorrer a pie. Visitar nuestro alojamientos en Girona capital