La Traversina

¿Le gustan los animales? ¿No echará de menos un televisor en su habitación? ¿Encontrará estimulante cenar en una mesa comunitaria con otros huéspedes? ¿Prefiere las comodidades de antaño a las actuales? ¿Le gustan las flores? Si ha contestado sí-sí-sí-sí-sí las probabilidades de que se quede unos cuantos días en La Traversina son francamente afirmativas.

Los dueños tienen siete simpáticos gatos y un perro (algo a tener en cuenta por los alérgicos – aunque no tengan acceso a las habitaciones). Los apartamentos han sido decorados con el máximo cariño y destaca un mobiliario con toques personales como libros, memorias de familia, recuerdos de viajes de los dueños y cosas así.

¡Pero no hay televisión! La razón es en parte evidente cuando llegamos y vemos ante nuestros ojos esta majestuosa casa del siglo XVII, que se ha mantenido en la misma familia durante trescientos años.

Y si le gustan las flores, La Traversina tiene más de 300 variedades de rosas inglesas (viejas y modernas), 100 variedades de hostas y 50 de iris. Si añadimos un montón de plantas poco comunes, nos encontramos con un paraíso floral. Hay cursos de jardinería en primavera.

En lo que respecta a la Cocina, La Traversina pertenece sin duda al “slow movement”. Ingredientes frescos y recetas caseras deliciosamente cocinadas internamente por Rosanna.

Todos los apartamentos disponen de kitchenette y terraza privada con vistas al valle

La casa no es apta para familias con niños.