Suiza, el país de los Alpes, los lagos y el chocolate
Suiza es sinónimo de la naturaleza más bella. Sus montes, sus estaciones de esquí, sus lagos... Son innumerables los atractivos medioambientales que posee este país. El verde de sus paisajes, enmarcado por las imponentes cadenas montañosas, es tan impresionante que parece irrea. El escenario perfecto para unas vacaciones idílicas.
Sus ciudades, sofisticadas y señoriales, son otro de los grandes imanes para los viajeros. Son de visita obligada Ginebra, la capital de la relojería; Gruyères, famoso por sus deliciosos quesos; Berna, cuya belleza hizo que se la incluyera en la lista de las ciudades escogidas como Patrimonio Mundial de la UNESCO; y Zurich, con un casco antiguo medieval exquisitamente conservado.
Las tradiciones suizas son tan variadas y numerosas como el número de cantones que conforma el país. Desde el Carnaval de Basilea, a la fiesta de la vendimia, pasando por las muchas conmemoraciones de acontecimientos históricos, su agenda cultural no dejará que te aburras en ningún momento.
Además, Suiza figura como uno de los países con mayor número de museos per cápita del mundo, capaces de satisfacer cualquier necesidad cultural, sean cuales sean los gustos y las preferencias del turista.
El carácter suizo es acogedor y hospitalario. Los viajeros se sentirán cálidamente recibidos por este país, que invita a volver una y otra vez. Las calles de sus ciudades, siempre adornadas y perfectamente cuidadas, es una muestra más del respeto y el cariño que los suizos tienen a sus tierras, actitud que influye en el disfrute de todos los que lo visitan.