Estambul: el encuentro de Europa y Asia

Sólo con enumerar los nombres diferentes con los que esta ciudad ha sido conocida a lo largo de su historia, nos damos una idea de la variedad que ofrece. Bizancio (bajo el dominio griego), Constantinopla (Imperio Romano) y, finalmente, Estambul (otomano).

Cada uno de estos grandes imperios dejo tras sí un inmenso patrimonio, ayudando a crear una ciudad que no sólo es una de las más grandes del mundo sino también de las más bellas y excitantes. Punto de encuentro único entre Oriente y Occidente, Estambul presume de contar con una herencia cultural y arquitectónica inigualable.

El cosmopolita paisaje urbano ha sido forjado por las diversas comunidades que en él habitan. Incluyen a los griegos ortodoxos, el Islam, cristianos armenios, católicos y judíos. El resultado final es que Estambul presume de poseer 300 mezquitas, 123 iglesias y 26 sinagogas – y un enorme tesoro de cosas que hacer y ver para el viajero.

Podemos afirmar sin temor a equivocarnos, que estamos ante una de las ciudades más fascinantes del mundo. A orillas del Bósforo, es un despliegue constante de estímulos: sonidos, colores, olores, sabores… Maravillosos contrastes que hacen de Estambul un destino único para cualquiera que quiera visitarla.


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Estambul es sin duda una ciudad única. La antigua Constantinopla forma parte del imaginario colectivo y es una palabra intensamente evocadora: una atmósfera exótica, un legado histórico inigualable, el olor de las especias, las características mezquitas con sus domos, la llamada del muecín al rezo, el barullo del gran bazar… Todo lo que te puedas imaginar se queda corto, mejor que lo compruebes por ti mismo. Secretplaces te trae una cuidada selección de los mejores hoteles con encanto y apartamentos en Estambul. Disfruta de una estancia inolvidable y de la magia que encontrarás en el encuentro entre Oriente y Occidente, la puerta de entrada a Asia.

Dónde ir en Estambul

Es un poco difícil intentar resumir todo lo que la ciudad tiene que ofrecer. La mejor opción es que uno descubra por sí mismo los millones de rincones mágicos que la ciudad tiene que ofrecer.

En cualquier caso, El barrio de Sultanahmet es destino más turístico, ya que aquí encontramos la gran mayoría de los monumentos más importantes. Por ejemplo la Mezquita Azul, construida en el siglo XVII, toma su nombre del color de los mosaicos que decoran sus cúpulas y además es la única de todo el país que cuenta con seis minaretes en lugar de cuatro. También podemos visitar aquí Santa Sofía que, construida en el siglo VI d.C., es el mayor exponente del arte bizantino del mundo. Fundada como catedral cristiana, después funcionó como mezquita durante cinco siglos hasta que se secularizó y se convirtió en un museo. Y el Palacio Topkapi, residencia de los sultanes del imperio otomano desde el siglo XV hasta el XIX, hoy en día es un espectacular conjunto de museos. Aquí podrás visitar el Museo de Antigüedades, el Museo del Antiguo Oriente o el Museo de Arte Turco e Islámico, entre otros.

Decenas de siglos de diferentes religiones, han dejados su huella en la ciudad, sobre todo en forma de cientos de templos repartidos por toda su superficie. Por ello gran parte de sus monumentos más destacados son mezquitas, como por ejemplo la Mezquita de Solimán, la Mezquita Nueva o la Mezquita de Ortakoy, 

Otros lugares destacados son: la Cisterna Basílica – un antiguo depósito de agua del siglo VI d.C. que se utilizaría en caso de ser atacada la ciudad – la Torre Gálata – en el lado asiático de la ciudad, se trata de un antiguo faro desde el que se obtienen unas de las mejores vistas de la ciudad – el antiguo Hipódromo, la Torre de la Doncella o la Iglesia de San Salvador de Chora, con unos frescos en los que apreciar uno de los mayores exponentes del arte bizantino

Pero en Estambul hay mucho más que hacer. Como disfrutar de un crucero por el Bósforo, relajarse en un baño turco, visitar el Gran Bazar o disfrutar de los espectaculares atardeceres del Mar de Mármara.

Gastronomía en Estambul

Al funcionar como punto de encuentro geográfico y cultural, la gastronomía típica de Estambul también se ha enriquecido de este abanico de influencias dando lugar a una cocina rica y sabrosa. Destacan platos como el archiconocido y exportado Kebab, aunque puede que el concepto que conoces diste mucho del plato tradicional. En realidad la palabra “kebab” significa “carne asada” y es la base de muchas preparaciones.

Como el Dönner – que es el que más se ha exportado, carne de cordero, ternera o pollo espetada en un gran torno y cocinada lentamente mientras gira – el Sis Kebap – carne o pescado y verdura trinchados en un palo asada a la parrilla – o el Köfte – albóndigas de carne picada de cordero muy especiadas hechas a la parrilla. Y es muy curioso el Testi Kebab, un plato en el que se cocinan los ingredientes en una vasija de barro cerrada con masa de pan sobre brasas consiguiendo un resultado especialmente jugoso. Una vez listo se rompe el recipiente para servirlo.

También es delicioso el Lüfer, un tipo de pescado azul del Bósforo. Y son muy comunes las “ensaladas” que difieren un poco de lo que estamos acostumbrados a comer en occidente: normalmente se elaboran con purés vegetales y se comen con pequeños pedazos de pan – por lo general de pita – para untar o mojar. Por ejemplo el Hummus – puré de garbanzos con aceite de oliva, zumo de limón, semillas de sésamo molidas y, a veces, ajo o pimentón.

Los desayunos turcos son exquisitos y muy sanos y completos. Reciben el nombre de “Kahve Altı”, que significa literalmente “antes del café”, y se mezclan productos típicos y salados. No puede faltar el tomate, el pepino, las aceitunas, el pan, aceite de oliva, queso de diferentes tipos y miel. Respecto a las bebidas al contrario de lo que dicta su nombre, no se suele tomar café – antes o después de comer – pero por el contrario se beben ingentes cantidades de té, zumos naturales o Ayran – una bebida nacional elaborada con yogur líquido y de sabor salado. ¡Delicioso! Y perfecto para empezar el día con energía.

El Kahve, o café turco, merece una mención aparte. Es bastante fuerte y endulzado con azúcar, aunque se puede elegir la intensidad del dulzor. También es bastante habitual el Çifte Kavrulmuş Lokum – una bebida parecida al café elaborada con pistacho tostado.

Y dentro de los dulces destacan el conocido Baklava – un pastel de hojaldre elaborado con pistachos triturados, aunque existen versiones con almendra, nueces o cacahuetes, y miel o almíbar – francamente adictivo. Y las Delicias Turcas – una golosina gomosa hecha de azúcar aromatizada con agua de rosas o limón, además de otros.

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